4- ARISTÓTELES
4-1- Vida (introducción)
Este discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno nació en Estagira (Tracia) en el año 384 a. C. A los 18 años viajó a Atenas para ingresar en la Academia platónica en la que permanece durante 20 años hasta la muerte de Platón. A partir de ésta se marcha de Atenas iniciándose en él un proceso de maduración intelectual y un alejamiento de la filosofía platónica. En el año 335 a. C. vuelve a Atenas y funda su propia escuela, el Liceo. Este segundo período de estancia en Atenas dedicado a la enseñanza y la investigación termina con la muerte de su discípulo. Entonces se marcha de Atenas y en el año 322 a. C. muere en la isla de Eubea a los 62 años.
Se conservan algunos fragmentos de sus escritos de juventud, diálogos de estilo y contenido platónico, así como un número considerable de tratados completos dedicados a cuestiones de lógica, filosofía de la naturaleza, biología, ética, política y metafísica.
Aristóteles fue un platónico disidente que rechazó importantes elementos de la filosofía de su maestro, como la teoría de las Ideas y la identificación de los saberes teórico y práctico. Pero las diferencias entre Platón y Aristóteles no son sólo doctrinales sino también de talante y estilo. Platón escribió diálogos en los que se abordaban muchos temas, Aristóteles escribió tratados sistemáticos dedicados a un tema determinado. En este sentido es más riguroso que Platón aunque sus tratados carecen de la belleza literaria de los diálogos platónicos. Uno y otro difieren también de manera sustancial en la orientación última de su pensamiento, Platón tenía mente de matemático mientras que su discípulo tenía mentalidad de físico o de biólogo.
4-2- Naturaleza y causalidad
A/ La naturaleza y las causas: la Física
El crecimiento de un árbol es un cambio natural, su destrucción por un rayo es un cambio violento, la construcción de una mesa con su madera es un cambio artístico o técnico. Los dos últimos cambios tienen en común el ser originados por un agente exterior al árbol, no son movimientos naturales, en cambio, el crecimiento del árbol tiene su origen en él mismo, es un cambio o movimiento natural. Aristóteles define la naturaleza como el principio interno de movimiento que se da en los seres naturales, estos poseen en sí mismos el origen de sus cambios o movimientos. Según Aristóteles todos los seres naturales tienden a actualizarse, a buscar la perfección que les es propia. Esta convicción fue elaborada por Aristóteles bajo la influencia de sus estudios biológicos. Los procesos biológicos parecen definidos por un plan, por una finalidad interna que los orienta y los dirige, por tanto, el modelo aristotélico de la naturaleza es un modelo teleológico. Aristóteles aunque abandonó la teoría de las Ideas nunca abandonó el espíritu del platonismo. Una vez negada la existencia de las ideas, el bien no podía entenderse como una realidad trascendente, existente en sí mima y fuera de las cosas, por tanto Aristóteles interpretó el bien como el cumplimiento de la tendencia que lleva a los seres a su propia perfección, por consiguiente en la teoría aristotélica la teleología es inmanente, es decir, el bien o fin al que tienden todos los seres naturales es interno a ellos mismo y no es otra cosa que su propia perfección.
Puesto que la naturaleza es principio interno de movimiento, a la ciencia que estudia los seres naturales le corresponde estudiar el movimiento, esta ciencia es la física. Para Aristóteles el movimiento es un hecho incuestionable mostrado por la experiencia, pero la tradición filosófica anterior quedó conmocionada por la argumentación de Parménides que afirmaba que era imposible afirmar racionalmente el movimiento ya que equivaldría al cambio de no ser a ser o viceversa. Aristóteles en “la física” mantiene que Parménides cometió un error al utilizar las nociones de no ser y de ser como si tuvieran un único sentido cuando en realidad hay dos sentidos en ellos. Según Aristóteles hay dos maneras de no ser algo: un no ser absoluto (ni se es, ni se puede llegar a ser) y un no ser relativo (no se es pero se puede llegar a ser). Ejemplo: una piedra no es ni puede llegar a ser un árbol, pero una semilla, no es un árbol, pero puede llegar a serlo. Según Aristóteles lo que no es pero puede ser se halla en potencia y aquello que es actualmente se encuentra en acto, Aristóteles define el movimiento como el paso de la potencia al acto.
Una vez garantizada la posibilidad del movimiento Aristóteles lo clasifica distinguiendo entre cambio sustancial, cuyo resultado es la generación de una sustancia nueva o la destrucción de una ya existente y cambio accidental en el que las sustancias sufren modificaciones accidentales que pueden ser de tres clases: cuantitativo, cualitativo o local.
En todo cambio hay siempre algo que permanece a través del cambio, algo que desaparece y algo que aparece en su lugar. Por ejemplo, supongamos agua que pasa del estado líquido al sólido al descender la temperatura, lo que permanece es el sujeto o sustrato, el agua, lo que desaparece es su estado líquido y lo que aparece en su lugar es su estado sólido.
Tratándose del movimiento o cambio accidental, lo que permanece a través del cambio no plantea problema alguno, son las sustancias naturales que sufren modificaciones no esenciales para adquirir cualidades que no poseían. El problema está en que permanece en los cambios sustanciales, donde se generan o destruyen sustancias. Según Aristóteles lo que permanece es lo que denomina materia última o materia primera que es indeterminada y porque no es en acto ningún ser particular puede ser en potencia cualquier sustancia natural.
A partir de Parménides y a través de todos los intentos de los pluralistas para explicar el movimiento, había quedado claro que este sólo podía explicarse admitiendo algún tipo de realidad que permanezca a lo largo de todo el movimiento. Platón busca esta realidad permanente en las ideas y Aristóteles las sitúa en sustrato o materia última.
Aristóteles distingue cuatro causas de las sustancias naturales. Puesto que en la generación de las sustancias naturales la materia última adquiera una forma determinada, las sustancias naturales hay que entenderlas como compuestas de materia y forma.
La forma es la esencia, lo que hace que la materia sea una determinada sustancia y no otra, y es también en naturaleza de las sustancias, es decir, aquello que determina sus actividades específicas y propias.
Es fácil reconocer en las formas aristotélicas cierta herencia de las Ideas platónicas, pero Aristóteles consideraba que las Ideas no podían ser la esencia de las cosas porque se hallaba fuera de ellas y la esencia de algo ha de ser un principio intrínseco.
La teoría aristotélica según la cual las sustancias naturales son compuestas de materia y forma suele denominarse Hilemorfismo.
La materia y la forma son causas intrínsecas (que están dentro) de las sustancia naturales, a ellas Aristóteles añade como causas extrínsecas (fuera) la causa eficiente o agente productor del movimiento y la causa final a fin al que se orienta el movimiento o proceso. Aristóteles considera causas a todos los factores necesarios para explicar un proceso o movimiento, todos los elementos que podrían o deberían darse para responder a la pregunta ¿por qué? Según él, ningún proceso queda suficientemente explicado a no ser que se especifique el substrato o materia afectada, la forma que esta adquiere en este proceso, el agente que lo produce en su acción y el fin hacia el que el proceso se dirige. Por ejemplo, una escultura, la causa material sería el mármol, la causa formal una fuente, la causa eficiente sería el escultor y la causa final sería decorar una plaza.
B/ Las sustancias materiales y el alma
Para Aristóteles el alma es el principio vital, es la forma del cuerpo (que es material) y es acto, la actualización de un organismo, este es viviente en potencia, el alma actualiza esta potencialidad haciéndolo viviente, de hecho la unión alma-cuerpo no es para Aristóteles como para Platón una unión accidental o antinatural, sino que es una unión natural esencial, ya que el alma (forma) y el cuerpo (materia) constituyen juntos una única sustancia.
El problema de esta interpretación de la unión alma-cuerpo es la negación de la inmortalidad del alma individual, sin embargo, Aristóteles además del alma corruptible admite la presencia en el hombre de un entendimiento incorruptible, inmortal al que Aristóteles denominaba alma pero este entendimiento no es personal sino que es el mismo para toda la especia humana, sus escritos no permiten responder si se refiere a Dios como está presente este entendimiento en el hombre.
C/ De la Física a la Metafísica
Aristóteles afirma la primacía de la forma sobre la materia estableciendo además que por encima de las formas realizada en la materia existen formas inmateriales cuya instancia suprema es Dios. Así mismo afirma la primacía del acto sobre la potencia, llegando a afirmar una realidad que es acto pleno, sin potencia, es Dios, motor inmóvil del universo, principio de todo movimiento que a su vez no está sujeto a movimiento alguno. Con esto se llega a las fronteras de la física (ciencia que estudia las realidades dotadas de movimiento) para adentrarse en la metafísica (ciencia que estudia entidades inmateriales, inmóviles) y de la teología (ciencia que estudia la suprema realidad inmóvil, Dios).
Así como para Platón el conocimiento de la realidad culmina en la contemplación de la Idea suprema, para Aristóteles el conocimiento teórico culmina con la contemplación de la entidad suprema: Dios, principio del movimiento y del orden del universo. La ontología aristotélica establece una graduación de formas que culmina en la forma primera e inmaterial, Dios. De este modo la ontología converge con la Teología.
4-3- Virtud y Felicidad
A/ Virtud
El análisis de la virtud ocupa en Aristóteles la mayor parte de sus éticas que son “Ética a Eudemo”, “Ética a Nicómaco” y “Magna moral”.
El objetivo de la ética consiste en investigar cuales son el bien, la perfección y la felicidad que corresponden al hombre, con el fin de ajustar a ellos la orientación práctica de la conducta. Para Aristóteles es fundamental conocer la naturaleza de la virtud porque es la razón necesaria para llegar a conseguir la felicidad.
Aristóteles considera al hombre como un compuesto sustancial formado por dos principios distintos: cuerpo y materia y alma o forma. El hombre como compuesto es un sujeto de pasiones, potencias y hábitos. Las pasiones son aquellos movimientos del apetito sensitivo que llevan consigo placer o dolor, las potencias son aquello que hace al hombre capaz de experimentar las pasiones y los hábitos son cualidades adquiridas que ponen al sujeto en buena o mala disposición para sentirlas. Los vicios y las virtudes son hábitos, la virtud es un hábito bueno y el vicio es un hábito malo. En el compuesto humano el cuerpo no es sujeto de la virtud sino su soporte material, la virtud reside siempre en el alma que necesita conocimiento, deliberación y libertad para seguir la actividad humana a costa de esfuerzos que serán mayores o menores según las buenas o malas disposiciones naturales del sujeto.
Las características que Aristóteles propone para la virtud son las siguientes:
1º- La virtud es un hábito adquirido, el sujeto nace con ciertas disposiciones naturales pero para convertirlas en hábitos requiere un largo aprendizaje y a veces una fuerte lucha.
2º- La virtud es un hábito voluntario. Aristóteles considera que el acto moral se puede resumir en 5 momentos: la inteligencia conoce el bien, la voluntad intenta alcanzarlo, la deliberación elige medios adecuados para conseguirlo, la elección reflexiva opta por él y la decisión firme actúa poniéndolo en práctica; de este modo la virtud se convierte en una especia de costumbre o hábito.
Las virtudes morales se fundamentan en el justo término medio entre los extremos que significa el buen juicio del hombre que juzga y actúa de acuerdo con la recta razón y con la experiencia. El exceso y el defecto son propios del vicio, por ejemplo, el valor es el justo término medio entre la cobardía y la temeridad.
Aristóteles divide el alma en dos partes, una irracional que es el sujeto de las virtudes éticas o morales y otra racional en la cual se fundan las virtudes intelectuales.
B/ Felicidad
La Felicidad del hombre está totalmente relacionada con la ética que es considerada como una ciencia práctica que hace referencia a la conducta de los hombres y al fin que se proponen alcanzar, bien como individuos o bien como componentes de una sociedad política.
La ética de Aristóteles es esencialmente finalista. Toda acción humana está destinada a conseguir algún bien al que van unidos el placer y la felicidad, hay muchos bienes individuales que son dignos y aceptables como la virtud, el entendimiento, la belleza, la salud y el valor. Aristóteles afirma que tiene que haber un bien supremo suficiente por sí mismo para hacer feliz al hombre, según él, este debe dirigir y regular los actos del hombre y en esto consiste la vida virtuosa. Para Aristóteles el hombre alcanza la máxima felicidad cuando guiado por la inteligencia se eleva a la máxima contemplación de la realidad divina donde puede disfrutar del bien supremo.
4-4- El carácter comunitario del bien
Aristóteles además de las ciencias teóricas distingue las ciencias prácticas. A estas pertenece la ética que trata sobre la virtud y sobre como orientar la conducta para conseguir la perfección y la felicidad, y la política cuyo objetivo es el bien común y el buen gobierno de la ciudad.
Para Aristóteles el hombre es por naturaleza un animal político. En la naturaleza individual de cada hombre hay una tendencia innata a lograr su propia perfección en la cual consiste su bien y su felicidad, esta perfección no puede lograrla el individuo aislado, necesita de la agrupación con sus semejantes.
Comunidad política y el bien de la comunidad
Las diversas formas de agrupación natural que propone Aristóteles son:
* La familia. Es la unidad social básica que comprende al marido, mujer, hijos, esclavos. Es una asociación puramente natural.
* La aldea. Es una asociación que resulta de la agrupación de varias familias.
* La ciudad. Comunidad política que resulta de la agrupación de varias aldeas o de un número mayor de familias. La asociación suprema es la ciudad porque es la sociedad perfecta, independiente y autosuficiente.
La estructura de la comunidad política o social es un todo ordenado, entregado por partes heterogéneas. El hombre es un ser social y la forma más perfecta de sociedad es la ciudad, una comunidad política compuesta por hombres. Pero para formar una comunidad no basta la simple convivencia ni el compartir el mismo lugar, es necesario estar orientado a un fin determinado, el fin de la comunidad política es el bien y el bien supremo de la ciudad es la felicidad y se admite que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz. Vivir bien para Aristóteles significa vivir conforme a la virtud cuya realización alcanza la felicidad; esta tarea constituye el bien individual y comunitario.
El bien común
En Aristóteles no existe una distinción clara entre el bien individual que propone como fin de la ética y el bien común que es el fin de la política. Aunque el bien comunitario de todos los ciudadanos Aristóteles no lo entiende nada más que para los ciudadanos libres, es decir, la vida perfecta, feliz y conforme a la virtud sólo es propia de guerreros, magistrados, sacerdotes,.. excluye a artesanos, mercaderes, labradores, esclavos, mujeres,… El bien común de la ciudad se convierte en realidad, en bien de una clase particular, por tanto es un ideal político, aristocrático y limitado.
Formas de gobierno
El Estado puede asumir diversas formas, es decir, distintas constituciones. La constitución es la estructura que ordena la ciudad, estableciendo su comportamiento. El gobierno puede ser ejercido por un solo hombre, por unos pocos o por muchos, dependiendo de que ejerzan el gobierno de acuerdo con el bien común o exclusivamente en su propio interés.
Distingue entre gobierno recto que es el que prima el bien común y en este diferencia entre el gobierno de uno sólo o monarquía, el de varios o aristocracia y la política o gobierno de la clase media que para Aristóteles es el mejor porque en el se da el justo término medio.
Si estas tres formas de gobierno pueden generar corrupción cuando priman los intereses individuales sobre el bien común, entonces la monarquía se transforma en tiranía, la aristocracia en oligarquía y la politeia en democracia. Para Aristóteles la ciudad perfecta deberá poseer determinadas cualidades que denomina “media humana”, así no debe estar demasiado poblada ni con poca gente y en su edad juvenil los ciudadanos serán guerreros, luego pasarán a ser consejeros y ya ancianos se convertirán en sacerdotes. De este modo se aprovechará en su parte media la prudencia y la fuerza; puesto que la felicidad del Estado depende de la felicidad de los ciudadanos, será necesario mediante la adecuada educación hacer a cada uno lo más virtuoso posible, hay que llevar a cabo el trabajo, hacer frente a la guerra y hacer las cosas necesarias y útiles, pero aún más se vuelve necesario vivir en paz, practicar el libre ocio y la contemplación, este es el ideal supremo que debe proponerse todo Estado.
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